Hogar De Tránsito “Cura Brochero”

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  • Argentina - Gran Buenos Aires.
    Contacto: Padre Juan Pablo Contepomi. Parroquia San Pedro y San Pablo.
    Teléfono: (011)4513-9967. Dirección: Malaver 1745. Olivos.

    Actores involucrados en la práctica:
    Parroquia San Pedro Y San Pablo, Obispado De San Isidro, Fundacion “Camino A Jerico”
    · Equipo de conducción: encabezado por el párroco, una coordinadora del hogar y dos trabajadores sociales. Dirige y coordina el funcionamiento, sostiene y alienta la misión.
    · Equipo de trabajo: responsables de la casa de noche y de día, operadores y voluntarios. Organizan la casa, sostienen las normas y la forma de funcionamiento.
    · Operadores sociales, psicóloga
    Explicación de cómo y por qué nace la práctica:
    Como comunidad de la Parroquia San Pedro y San Pablo nos duele y conmueve la situación de las personas que por distintos motivos, que no juzgamos, quedan fuera de la sociedad y en situación de abandono. Tomamos como ejemplo al Cura Brochero, cuya obra y testimonio misionero ilumina a todos los que trabajamos en este emprendimiento. La comunidad de San Pedro y San Pablo tiene una larga tradición de acercarse a la realidad del barrio, ver sus necesidades y acompañar las situaciones de familias y personas que viven en soledad.

    A fines de la década del 90 se acercan a nosotros y golpean a nuestra puerta personas sin domicilio fijo, que pernoctando en las estaciones del ferrocarril Mitre y en los hospitales cercanos (Provincial Cetrangolo y Municipal Houseey), nos muestran una nueva forma de exclusión, ya instalada en la zona. Surge, entonces, una búsqueda por conseguir respuestas a esta problemática, por saber qué hacer y cómo hacer. Al no encontrarlas o ver las existentes insuficientes, decidimos tomar la opción de acercarnos a ellos e iniciar un camino de reinserción en la sociedad. La alternativa que elegimos para desarrollar este proceso es el Hogar de transito Cura Brochero.

    El Hogar de Transito Cura Brochero cuenta con 21 camas distribuidas entre 5 cuartos para que duerman las personas alojadas. Mientras dura la permanencia de la persona en la casa cubrimos sus necesidades de alimentación (desayuno, merienda y cena) y de higiene personal (duchas y material de aseo e higiene). Tenemos especialmente en cuenta tanto todo lo concerniente a los procesos de salud, valiéndonos de los servicios de los hospitales municipales y provinciales cercanos, como de los procesos de documentación pertinentes a aquellos que necesiten. La persona que ingresa al hogar lo hace desde una decisión propia de querer dejar de vivir en la calle y para eso se lo acompaña en la construcción de su proyecto personal.

    Para ello invitamos a la persona a ponerse en marcha, utilizando los días laborales para conseguirlo. El hogar funciona durante las 24 horas para acompañar los procesos de cada uno de los alojados, de acuerdo a sus necesidades particulares. Durante los fines de semana, la casa permanece abierta desarrollando actividades culturales, recreativas, etc. para los alojados y permitiendo a estos realizar sus quehaceres domésticos. Durante el día, las duchas del hogar se abren para las personas que pernoctan en la calle. Brindamos este espacio para su higiene personal y el lavado de su ropa proveyéndoles los elementos necesarios para ello.

    Este servicio es la oportunidad de establecer un dialogo, conocer historias y plantear un proyecto distinto al que vienen llevando. Para desarrollar toda la tarea hay muchas personas que colaboran con su tiempo en forma voluntaria y un equipo de personas rentadas: cuatro de ellas con la función de estar presentes durante el día y la noche los fines de semana; otras cuatro, la mayoría de ellos trabajadores sociales, para acompañar a los alojados mediante encuentros informales cotidianos y espacios de entrevista semanales y una persona encargada de coordinar la labor de los voluntarios El Hogar de Transito funciona las 24 horas del día para acoger al peregrino y acompañar al que quiere cambiar, buscando una relación de confianza que permite a las personas compartir sus experiencias y esperanzas. Lo hacemos dando amparo; iluminando la situación con prudencia; fortaleciendo, no imponiendo; respetando y estimulando.

    Damos testimonio de que Dios es Padre y abraza. Cuando recibimos a una persona en nuestra casa queremos que a través de una relación de confianza comience un camino de sanar heridas, reconciliarse con su historia y creer en sus capacidades y potencialidades para ser protagonistas de su vida, reinsertándose en la sociedad.
    · Alojamos y acompañamos a 100 personas al año (capacidad del hogar: 20 camas)
    · Ofrecemos, durante el día, para quienes no viven en el hogar, servicios de duchas y lavado de ropa, escucha y contención. Recibimos 30 personas por día.
    · Domingos en familia: abierto a los que se encuentran solos, para recuperar la posibilidad del encuentro en un marco de familia.

    Problema o necesidad que intenta resolver:
    El sujeto de nuestro accionar cotidiano son las personas en situación de calle. Entendemos que la situación de calle es la conclusión de un proceso de un sinnúmero de sucesos vitales estresantes o perdidas. Por lo tanto, no estamos hablando de un grupo especial de personas sino de unas personas a las que les han sucedido algunas cosas que les han puesto en una situación realmente difícil, tan difícil que los recursos de que dispone la sociedad, (sanitarios, sociales, de vivienda, de empleo, familia, etc.), no han sido suficientes para prevenir o reducir el impacto que tales sucesos tienen en sus vidas.

    Desde nuestra tarea procuramos, en primer lugar, cubrir sus necesidades materiales insatisfechas (techo, higiene, alimentación, etc.). Y a partir de esto, iniciamos un proceso de acompañamiento que intentará resolver las necesidades más vitales y profundas de la persona (reestablecimiento de vínculos, refuerzo de la autoestima, potencialidades).

    Las personas en situación de calle se encuentran en extrema indigencia, específicamente: falta de hogar y residencia, falta de documentos y por ende de la posibilidad de acceso a pensiones y subsidios oficiales y a la vez, la presencia de deterioro o ruptura de los vínculos con personas significativas (familia, amigos) y con redes de apoyo.

    Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
    Durante el periodo de enero del 2006 hasta agosto del 2007 fueron alojadas 122 personas. Según nuestras estadísticas internas, el 40 por ciento de las mismas completaron exitosamente el proceso, retirándose con egresos considerados positivos: obtención de trabajo y lugar donde vivir, cobros de jubilaciones, pensiones por vejez o invalidez, ingreso a centro de rehabilitación por adicciones, regreso a vivir con familiares directos, etc. Para las personas que así no lo hicieron, queda el vínculo y la continuidad de la relación y la apertura para cuando la persona quiera hacer el proceso al que lo invitamos.

    Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
    Nuestro objetivo es acoger con una actitud de hospitalidad ofreciendo al Hogar como un lugar de encuentro. Encuentro necesario para crearle al alojado un espacio para el cambio con el fin de que logre pasar de la pasividad al protagonismo; siendo este el aspecto más creativo de nuestra experiencia: el proceso por el cual lo invitamos a recuperar su protagonismo vital creyendo en sus propias potencias y capacidades para lograrlo.

    La esencia de nuestro trabajo consiste en acompañar a la persona en su camino de aceptarse como tal, proponiéndole revisar su historia y fortalecer su yo como tareas necesarias. Al mismo tiempo la animamos a que se comprometa a desarrollar su proyecto con responsabilidad; acciones estas que apuntan a que la persona aprenda a vivir una vida valiosa integrando la presencia del dolor. Otro aspecto innovador de nuestra practica es que creemos que la sociedad se hace entrando en dialogo; entre uno que tiene techo, comida y trabajo y otro que no los tiene.

    Encuentro este que es el germen de la responsabilidad y del compromiso; y hace de la compasión la actitud que achica fronteras: ante esta dura realidad trabajamos para generar la aceptación de estas personas por parte de la sociedad en su seno. Por ende, consideramos valiosísimo el aporte de cientos de voluntarios que participan y acompañan el trabajo que en la casa se realiza.

    El Hogar de transito -entre sus características especificas- tiene como principal y mayor desafió poder acompañar el proceso que desarrolla cada persona que quiere dejar de vivir en la calle. Para ello ponemos en el centro de nuestro forma de trabajo a la persona que se acerca y creemos que es recibiéndola, escuchándola, empatizando con ella para realizar un trabajo personalizado como se inicia el camino. Para el hogar la confianza es una palabra de suma importancia desde dos aspectos, el primero como valor en si mismo.

    Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
    Como desafíos importantes a nuestra practica podemos puntualizar: el de concienciar a la sociedad de las causas que provocan la existencia de las personas en situación de calle, en especial a los medios de comunicación, que influyen con su mirada la forma de observar a esta población. El segundo desafió es el lento proceso, casi artesanal, para armar una red de trabajo con otras organizaciones que abordan la misma problemática y que, si se produjera una sinergia, enriquecería la posibilidad de maximizar recursos y potenciar a las personas que requieren de la ayuda.

    La falta de hogares para personas en situación de calle con enfermedades crónicas para que puedan permanecer el tiempo necesario y suficiente para lograr su recuperación integral es otro de los desafíos importantes. Y otra falta es la de hogares de transito para mujeres que vivan en la calle.

    Como obstáculos visualizamos: En primer lugar el grado de adicciones que padecen muchas de las personas que se encuentran en situación de calle y las pocas respuestas positivas que se da a esta necesidad. En segundo termino, los innumerables problemas de salud tanto físico como mental que aquejan a las personas en situación de calle y que, en el marco de la actual crisis sanitaria, generan nuevas formas de exclusión. En tercero, las pocas posibilidades laborales existentes para personas mayores de 50 años y la gran cantidad de personas adultas mayores sin vivienda que necesitan de un techo.

    ¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
    En la modificación de la fachada del Hogar, ampliándola con la construcción de una galería para recibir y acoger a todos y con dos salones para la admisión, escucha y atención personal de los que llegan y viven en el.