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El Programa ha brindado, durante dos años, siete cursos de capacitación para personas de 17 a 50 años, y últimamente en función de los cambios registrados en el país y el aprendizaje realizado, ha comenzado a bajarlos a preadolescentes y adolescentes. Los cursos, cuatro cuatrimestrales y tres anuales, son: Uso de PC para oficinas y negocios, Belleza, Electricidad, Informática, Perfeccionamiento en trabajo doméstico (cuidado de niños y cocina), Reparación de electrodomésticos y Emprendimientos. Los cursos constan de un módulo técnico que oficia de gancho y uno de desarrollo personal y de reinserción laboral, corazón del Programa y garantía de sustentabilidad de los futuros trabajos. Los talleres son vivenciales. A través del módulo de auto-desarrollo las personas revisan sus modelos mentales, reconocen su estructura de interpretación, generan una visión y un proyecto de vida y desarrollan, en un espacio de posibilidad y acción constante, habilidades para autocorregirse y autogenerar la vida que declaran que quieren. Los docentes de este módulo son coaches ontológicos, counselors y psicólogas orientadas a los RRHH, que además trabajan en empresas.
Al finalizar los cursos, la Fundación Avon beca a las mejores alumnas de Belleza para que desarrollen una carrera o cursos cortos que continúen su formación y la empresa Dirikon, con la que estamos comenzando una relación, ofrece, a través de su contratista JAS, incorporar a los mejores alumnos de Electricidad. Estamos iniciando, entre otras, una alianza con la Cámara de Comercio de Pacheco y Talar, a fin de que sus integrantes nos soliciten empleados cuando los necesiten. Se buscan oportunidades de ocupación entre las empresas y particulares de Nordelta y alrededores, con algunas de las cuales, como Occhipinti, Aripuca y el colegio Michael Ham estamos trabajando desde el inicio. Finalmente, los egresados con vocación emprendedora o alguna idea de negocios o emprendimiento en marcha pueden participar del curso de emprendimientos gracias al cual se convierten en empresarios.
Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
El Programa cuenta ya con 200 egresados. Treinta de ellos tenían algún tipo de ocupación que mantuvieron, mejorando la retribución percibida. A mediados de 2007, el 95 % de los 170 egresados restantes (161 personas) tuvo una oportunidad de trabajo o desarrollo. De este 95%, el 48% (81 personas) tuvo varias, y el 65% (110 personas) consiguió ocupación. Una egresada de los cursos es docente.
Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
Se busca generar igualdad de oportunidades, a través del acceso de los excluidos a una herramienta poderosísima y de élite como el coaching ontológico, que ha probado ser una interpretación eficaz, pragmática y rápida para enfrentar la incertidumbre y generar cambios sistémicos. Cada elemento de la cultura en la que los participantes están inmersos fue desafiado a través de la creación de nuevas posibilidades. Se trabajó con los estados de ánimo de resentimiento y resignación, mostrando cómo los generamos a través de nuestros juicios, cómo podemos evaluar si éstos están o no fundados y elegir cambiarlos, en vez de creer que la vida es así. Los coaches asistieron a los participantes de los grupos de cada curso para convertirse en observadores distintos. Al desestimar las quejas y orientarlos a que salieran de su postura de víctimas y se convirtieran en protagonistas, lograron que los participantes consiguieran casi de inmediato resultados extraordinarios, primero en sus relaciones y luego en sus búsquedas laborales. Por otra parte, al trabajar la visión, pudieron preguntarse, tal vez por primera vez, qué querían ser y hacer, y elegir ocupaciones relacionadas con su vocación y talento natural. Resultó efectivísimo, teniendo en cuenta las dificultades experimentadas durante la crisis, un modelo que no hace hincapié en el esfuerzo y el trabajo, sino en la elección y el compromiso. Otra ventaja es que creemos firmemente que el coaching es una manera de ser. Y lo actuamos.
El compartir los dieciocho encuentros con profesionales que modelan constantemente lo que trasmiten, en un ambiente de gente en acción y creación de espacios de posibilidad, resultó una inmersión en el "se puede", contraria al "¡..y qué va a hacer!" transparente y cotidiano del sistema. A través de nuestro trabajo y el de organizaciones aliadas hemos observado que es inútil seleccionar, capacitar a las personas en los oficios necesarios y conseguirles oportunidades de trabajo si no se agrega el módulo de autodesarrollo. El problema es cultural, y ahí hay que trabajar. La ventaja de nuestro trabajo es que puede acompañar cualquier tipo de educación o capacitación, desde la infancia a la edad adulta, y genera gente responsable. ¿Quién, una vez que ha comprobado que su vida actual es la consecuencia de sus elecciones, y que puede elegir tener una participación decisiva en la generación de la vida que desea tener, va a dejar pasar la oportunidad? Ya no se puede echarle la culpa al otro o a las circunstancias. Por otra parte, en la medida en que la crisis y sus urgencias van quedando atrás, más evidente parece que es recomendable trabajar con preadolescentes a fin de que puedan armar un proyecto de vida personal antes de que las chicas queden embarazadas o los varones abandonen el colegio para trabajar, así que nos estamos orientando en ese sentido. La inserción laboral es un proceso que se desarrolla insensiblemente desde que la persona puede reflexionar.
Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
Al ser una experiencia nueva, estamos todavía sintetizando los indicadores observables que pueden dar cuenta de los cambios experimentados por los participantes aparte de los vinculados directamente con la consecución de empleo o trabajo. Necesitamos más fondos para profesionalizar el programa, suplir las dificultades que plantea el hecho de formar parte de un equipo que trabaja en distintos lugares en diferentes momentos y remunerar adecuadamente a los capacitadores. El sueño es poder instrumentar el Programa a escala nacional para brindar oportunidades a todos los argentinos sin distinciones de ningún tipo, ya que sabemos que a través de él todas las personas pueden transformarse en líderes y hacerse cargo de sus propias vidas y de generar las comunidades que dicen que quieren.
¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
Invertiría el premio en un proyecto que ya tenemos: ampliar el Programa para empezar desde la preadolescencia enseñando las herramientas para vivir una vida que valga la pena vivir, generada por cada persona en base a sus talentos únicos y familiarizando a sus participantes con la cultura del trabajo y la capacitación permanentes.