Terapia Asistida con Animales en una unidad de Cuidados Paliativos “Mejorando la calidad de vida a través de un vínculo diferente”

  • Salud
  • Argentina - Ciudad Au†ónoma de Buenos Aires
    Contacto: Méd. Vet. Marcelo S. Miguez (Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias - UBA)
    Teléfono: (011) 4524-8402 Dirección: Chorroarín 280
    E-mail: decanato@fvet.uba.ar

    Actores involucrados en la práctica:
    El Programa es desarrollado por el Centro de Terapias Asistidas con Animales (T.A.C.A.) dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Veterinarias (U.B.A.), y se lleva a cabo en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Tornú.

    El equipo está constituido por una Licenciada en Terapia Ocupacional y cuatro guías y adiestradoras caninas, que trabajan en forma coordinada con el equipo médico de la Unidad de Cuidados Paliativos (U.C.P.) del Hospital.

    El Programa está destinado a pacientes adultos asistidos en dicha unidad, y a sus familiares. Los pacientes tienen diagnóstico de enfermedades avanzadas no curables, y reciben allí tratamiento paliativo

    Colaboran donantes particulares y ligados a la UNICEN.
    Explicación de cómo y por qué nace la práctica:
    El Centro T.A.C.A se crea en el año 2003 (Res. CD Nº 712/03) con los objetivos de atención para personas con discapacidad, y de docencia e investigación, así como de difusión de esta modalidad de asistencia terapéutica que se encuentra en expansión en todo el mundo.
    En el año 2005 se establece contacto con la Jefa de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Tornú y se propone la realización de esta experiencia como intervención complementaria a las que reciben los pacientes habitualmente.

    Durante sus días de internación, los pacientes, atraviesan situaciones médicas y emocionales difíciles, y algunos de ellos, transitan el final de sus vidas. En este contexto, pierden la organización de su día en rutinas, se altera su capacidad funcional, y se separan de su hogar, sus pertenencias, y sus mascotas. Si bien los familiares continúan acompañándolos, muchos refieren sentir con gran dolor el desarraigo de sus hogares y de su inserción social, así como la pérdida de sus animales queridos, que consideran también parte de su familia.

    Esta propuesta nace, entre otros objetivos de índole científica, con el propósito de acortar esa brecha afectiva que se abre al separarse de sus mascotas y, por otro lado, intenta facilitar a través del vínculo humano animal, la elaboración de aspectos que aliviarán este momento de gran estrés emocional y mejorar la calidad de vida de la persona y de su entorno familiar.

    Esta experiencia forma parte de un proyecto de investigación cuyo objetivo es medir los cambios que la interacción humano animal produce en la percepción del dolor, la depresión y la ansiedad, así como también en el bienestar de los pacientes.
    El proyecto está destinado a pacientes internados o ambulatorios que reciben tratamiento en la Unidad y a sus familiares. Utilizando entre dos y cinco perros por visita (en total son 10 perros), el equipo asiste a la unidad con una frecuencia semanal durante una hora y media. Las sesiones tienen una duración promedio de veinte minutos por paciente.
    Las actividades realizadas están diseñadas para facilitar habilidades de comunicación e interacción, de procesamiento y de actividades motoras. Dichas actividades se adecuan en función de la situación de cada paciente y/o familiar. A partir de las observaciones preliminares que se han realizado durante estos dos años de trabajo, podemos señalar que la T.A.C.A. facilita la expresión de emociones, la elaboración del duelo, el relato de la historia ocupacional, de las tradiciones familiares y el recuerdo de la historia personal de los participantes, brindando además un soporte emocional adicional. En el caso de familiares niños y adolescentes, se trabaja con el objetivo de lograr un ambiente cálido, confortable y relajado, con actividades lúdicas, facilitando la interacción entre hijos o familiares de distintos pacientes.

    Problema o necesidad que intenta resolver:
    La experiencia apunta a disminuir la brecha emocional que aparece en los pacientes en situación de internación, cuando su vida se altera profundamente, y se vive una gran distancia entre lo que se anhela y lo que no se tiene.

    El vínculo humano animal permite al ser humano establecer una relación tan primaria y desprejuiciada, que los pacientes se encuentran inadvertidamente evocando sus reminiscencias y su historia de vida, hablando sobre la pérdida, elaborando el duelo, y cerrando viejas heridas.

    Todo ello se logra a partir de la presencia de un animal que les permite “desbloquearse” y hablar de cosas, que sin la intervención de TACA, les llevaría mucho más tiempo poder expresar. A partir de esto, se alivia el estrés emocional por el que están pasando, y aumenta el bienestar personal.

    Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
    Según resultados preliminares, hemos observado que aunque los niveles de percepción del dolor no muestran cambios significativos antes y después de la visita del equipo, en un alto porcentaje de los pacientes el bienestar aumenta y disminuyen la ansiedad y la depresión.
    Compartir con familiares la sesión, facilita la comunicación y la elaboración de emociones, desplazándose el foco de la atención de la enfermedad y el dolor

    Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
    Si bien existen en el país diferentes experiencias de T.A.C.A. en distintas instituciones, ésta es la primera que se realiza en el ámbito de un Hospital General de Agudos de la C.A.B.A., en Unidad de Cuidados Paliativos. Existen experiencias similares, pero en el exterior.

    Según los resultados observados, creemos que la experiencia podría repetirse en otros hospitales, en distintos servicios (oncología, salas de clínica médica, y cardiología), ya que la aceptación por parte del equipo médico y no médico es amplia y el reconocimiento de los beneficios observados alienta a continuar estudiando científicamente la implementación de esta modalidad.

    Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
    En la actualidad, un obstáculo importante es la falta de presupuesto adecuado para solventarla. El equipo está constituido por personas que trabajan en forma voluntaria, y el mantenimiento sanitario y nutricional de los animales es llevado a cabo actualmente por los propietarios de los animales, que a su vez, son sus guías y adiestradores.
    El transporte hasta el Hospital es brindado por la Facultad de Ciencias Veterinarias UBA, pero con algunas restricciones, ya que el único vehículo disponible actualmente (ambulancia) permite trasladar sólo dos personas con sus perros, y algunos días está destinado a otras tareas. Por la misma razón se dificulta el entrenamiento de los animales del equipo, al no poder trasladarlos a la facultad una vez por semana para mantener su nivel de adiestramiento, o la ampliación de la experiencia en otras instituciones.
    La Facultad está realizando gestiones referentes a la solución de dichos inconvenientes, pero no cuenta con medios suficientes para financiar estos proyectos solidarios

    ¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
    El premio se utilizaría para mejorar el entrenamiento de los animales y replicar la experiencia en otros ámbitos, tales como los servicios de oncología, salas de clínica médica y cardiología de diversos Hospitales.
    Asimismo se espera fortalecer la calidad de la práctica a través de capacitación y adquisición de bibliografía (publicada en el exterior) que fortalezca los fundamentos que actualmente posee el grupo de trabajo.