“Animarse a Emprender”

Actores involucrados en la práctica:

Miembros de la ONG; personas, familias y/o grupos en situación de vulnerabilidad socioeconómica; Organismos Gubernamentales (Ministerio de Desarrollo Humanos de la Prov. de Buenos Aires, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación); Radio FM Reconquista; Sindicato de Panaderos, Fundación Inicia, Red GESOL ,SEDECA , Amigos para Ayudar , Barrios del Plata , MYRAR Migrantes y Refugiados en Argentina, D.L.S. Desarrollo Local Sustentable Junín , entre otras ONG; Organizaciones Sociales que desarrollan su actividad en la zona

Explicación de cómo y por qué nace la práctica:

Nuestra Asociación surgió de manera informal, cuando, a partir del 2001, comenzaron a reunirse un grupo de amigos y conocidos, vecinos de San Isidro, preocupados por la problemática social local. A partir de ese momento cada uno de los integrantes del grupo, empezó a participar en distintas actividades: foros de discusión, talleres, conferencias convocadas por otras Organizaciones, y también a desarrollar acciones de asistencia social, como, por ejemplo: ayuda a los damnificados por las inundaciones del Bajo Boulogne, donaciones de alimentos, ropa, juguetes a merenderos de la Comunidad, organización de un ropero comunitario, obtención de medicamentos a pacientes carenciados a través de Bancos de remedios o por compra directa de los mismos, asesoramiento a vecinos de escasos recursos acerca de la gestión de documentos, trámites de pensiones, jubilaciones, etc.

Concientes de que esto sólo no era suficiente, ampliamos nuestro accionar a actividades que incentivaran la participación y apuntaran al desarrollo integral de la comunidad: talleres de prevención de las adicciones, promoviendo la detección precoz de personas en riesgo y su derivación a los centros especializados; talleres de salud reproductiva, de violencia familiar, de participación ciudadana. Al realizar unos cursos de elaboración de velas, jabones y repostería, percibimos que un importante sector, que se encontraba sin trabajo estable y carente de recursos básicos para la subsistencia, estaba en condiciones, con apoyo técnico y financiero, de animarse a emprender una actividad nueva. Es así que presentamos un Proyecto al Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires, que fue aprobado, y nos permitió, con un subsidio inicial de $ 50.000, iniciar la práctica que hoy postulamos.

Problema o necesidad que intenta resolver:

Haciendo un análisis de las variables socioecómicas en general, San Isidro y la Región, no han sido ajenas a las consecuencias de la profunda crisis que atravesó el país, especialmente en sus sectores medios y bajos. Durante los últimos años los indicadores sociales han marcado un incremento de la población en situación de pobreza (según datos del INDEC para el GBA en el año 2002, habría 42,3% de hogares pobres, 16,9% hogares indigentes, lo que representa 54,3% de población pobre y 24,7% de población indigente), situación que recién ahora comienza a revertirse.

No sólo se habían deteriorado las condiciones de vida de estos sectores bajos, sino que además la crisis repercutió en la clase media que se empobreció, y se vio sometida al desempleo, el subempleo y las actividades informales. En el caso particular de nuestro Municipio, con una población de 291.704 habitantes, se puede constatar que es el distrito donde queda más claramente demostrada la desigualdad de la distribución del ingreso: se ha ampliado la brecha entre los más ricos y los que menos tienen.

Desde el punto de vista de la situación del trabajo, lo primero que podemos visualizar es un sector formal y otro informal dentro del mercado laboral. En Argentina, y en San Isidro, que no escapa a esta situación, el aumento global de la economía informal se potenció después de los continuos avatares de la última década. Entre los efectos “no deseados” de este proceso podemos ver que se produjo la exclusión a un importante número de personas del mercado laboral formal, arrastrándolas al informal o a pequeños microemprendimientos. Se da el caso de hombres y mujeres de nuestro municipio que después de quedarse sin trabajo se volcaron a actividades artesanales o de servicios que necesitan baja calificación profesional y/o experiencia.

En el sector informal de nuestro municipio es muy amplia la oferta de servicios como jardinería, elaboración casera de productos alimenticios, servicios integrales del hogar, servicio doméstico, mediante el uso de propaganda callejera. La franja de población que se volcó a estas actividades en los últimos años ha crecido notablemente. Frente al deterioro de los indicadores sociales se generaron políticas compensatorias. Pensamos que es necesario ir cambiando el modelo “asistencialista” que cumplió un rol importante en los momentos de mayor agitación social, por otro que favorezca el desarrollo de actividades enmarcadas en el sector de la economía informal, pero más vinculado al trabajo como valor que dignifica a la persona y lo integra en el tejido comunitario. Por eso planteamos que la promoción de microemprendimientos, tanto unipersonales como asociativos, sea familiares o no, constituyen una estrategia interesante.

Nos proponemos, como Institución Intermedia sin fines de lucro, aportar al desarrollo local, ofreciendo la posibilidad de asistir técnicamente, mediante reuniones informativas, talleres, visitas domiciliarias y otras estrategias de monitoreo y evaluación, para que estos sectores tan castigados se animen a formular y ejecutar proyectos sustentables. Nuestro proyecto apunta a que los beneficiarios se sientan contenidos, ayudándolos a que se contacten entre sí, creando redes de micro-emprendedores que logren como meta integrarse de a poco a la economía formal.