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Crear vale la pena lleva adelante tres programas de formación en Arte y Organización Social:
1- Programa artístico comunitario: A partir de talleres, espectáculos, proyecciones, charlas y debates se sensibiliza a la comunidad respecto de su derecho a la expresión artística y el acceso a los bienes culturales. Se invita a los vecinos a participar de la gestión comunitaria de los Centros culturales y a disfrutar junto con sus familias de las actividades lúdicas, pedagógicas y artísticas ofrecidas durante todo el año para un promedio de 600 niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
2- Programa artístico profesional: A partir de capacitaciones en distintas disciplinas artísticas, la elaboración de obras multidisciplinarias, la inserción de las producciones artísticas en circuitos culturales profesionales y la promoción de cooperativas artísticas se busca ampliar la oferta educativa ofrecida en estos barrios a estos jóvenes y mejorar sus oportunidades de inserción laboral.
Por otro lado, se estimula la formación de estos jóvenes como multiplicadores de la estrategia Arte y Organización social a través de capacitaciones en gestión cultural, pedagogía y política. En este sentido se los motiva y acompaña para asumir el liderazgo de procesos de transformación en sus propios barrios como fuera de ellos (conducción de los Centros culturales comunitarios, la coordinación de talleres de Arte y Ciudadanía en escuelas, la organización de emprendimientos productivos).
Este programa está dirigido a un máximo de 50 jóvenes que reciben una beca de estudio, viáticos, refrigerios y materiales para facilitar su formación en nuestra organización y otros espacios formativos complementarios (la escuela, instituciones terciarias y universitarias).
3- Programa de Formación de Formadores: Jornadas de capacitación dirigidas a profesionales de otros espacios educativos, artísticos u organizaciones sociales que desean incorporar herramientas educativas, de producción artística, estrategias de acción comunitaria o diseños organizacionales en el encuadre de artes y transformación social.
Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
Crear Vale La Pena empezó trabajando el primer año (1997) con unos 40 jóvenes acudiendo a los centros, y en 2006 fueron más de 500 los alumnos que asistieron regularmente a los 33 talleres que se dictaron en los Centros Culturales, aprendiendo diferentes disciplinas artísticas, además de recibir una formación transversal ciudadana. Hoy son más de 600 las personas que acuden semanalmente a cada uno de los centros culturales comunitarios, Joven Creativo en el bajo Boulogne, y Puertas al Arte en Beccar, a proximidad de la villa de la Cava, desde barrios como Vinca, Villa Hidalgo, Santa Ana, entre otros. Estos barrios sufren una carencia muy fuerte de acceso a actividades de recreación, a la cultura y al arte, tanto desde la oferta de prestaciones o espectáculos como desde las posibilidades de formación gratuita. No hay otra organización que esté brindando en esta zona formación gratuita y un acceso a la cultura para estos habitantes. Crear vale la pena es un rayo de luz, que brinda oportunidades, de inclusión, de protagonismo, de autoestima, a quienes no pueden obtenerlas de otro modo.
Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
Crear no se pregunta qué es el arte, sino que se pregunta si el arte es una necesidad, si es un derecho humano; si el arte contribuye a la transformación social hacia la equidad, si el arte garantiza el acceso universal a los bienes simbólicos. Estas son las preguntas de Crear vale la pena. Y a todas estas preguntas contesta afirmativamente. Crear vale la pena recibe desde el año 2003, una creciente demanda de sus servicios, de diferentes sectores de otras organizaciones sociales, institutos de formación terciaria así como de profesionales argentinos o extranjeros que desean conocer o formarse en la metodología de Crear vale la pena para desarrollar proyectos similares en otros territorios o incorporar esas herramientas en los proyectos que ya vienen trabajando. Esto sucede tanto desde organizaciones sociales que trabajan en distintos lugares del país por la inclusión social como en las escuelas donde los docentes quieren incorporar arte como herramienta innovadora de la integración de los alumnos y en institutos terciarios o universitarios de arte y gestión. Para dar respuesta a estas demandas Crear vale la pena, ha implementado desde el 2004, un programa piloto de Formación de Formadores. Estas capacitaciones se han ofrecido en distintos años a diferentes grupos e instituciones. Así, se ha conformado en la ciudad de Kiel, Alemania una organización inspirada en nuestra tecnología, Kiel-Crear-tif. Hoy estamos produciendo material impreso pedagógico de transferencia de nuestros saberes y prácticas y asesorando la constitución de centros culturales en la Patagonia Argentina .
Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
El mayor desafío para Crear vale la pena fue lograr tener una cartera de múltiples financiadores y sostener un presupuesto anual de 700000 pesos. Cuando Crear vale la pena inició sus actividades se sostenía a partir del aporte de 100 personas que mensualmente colaboraban con la organización. Luego, gracias al apoyo de Avina, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y de la Fundación de Francia, Crear vale la pena sostuvo tres años de presupuesto (1999-2002), lo que le permitió asentarse en el territorio y desplegar sus programas. En mayo de 2002, los aportes de estas tres instituciones concluían y además se desataba la crisis en la Argentina. En este contexto, Crear vale la pena se vio obligado a desplegar un ejercicio de búsqueda de fondos mucho más amplio, y logró multiplicar las fuentes de financiamiento. Hoy la fundación busca reforzar su sustentabilidad y poner en práctica nuevas estrategias para lograr mayor estabilidad y garantía para sus programas año tras año.
¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
Lo invertiríamos en la organización de un evento de recaudación de fondos para poner en marcha una estrategia significativa de multiplicación de socios o individuos donantes amigos de la fundación, con el objetivo de generar mayor sustentabilidad para Crear vale la pena.