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El proyecto se lleva delante por cuatro chicos y dos docentes quienes acompañan el proceso de producción, así como el andamiaje para el desarrollo de los contenidos. Este proceso se vive en 3 encuentros semanales desdoblados en 3 por la mañana, donde se realiza el proyecto de producción y escritura del proyecto en sí, y 3 por la tarde donde se trabaja produciendo los ladrillos. Básicamente nuestra práctica consiste en un acompañamiento a los chicos para su desarrollo desde lo educativo, lo vincular y desde la inserción social en la comunidad barrial.
Los chicos participan los lunes, miércoles y viernes de 10 a 13hs en un aula taller donde se trabajan los contenidos propuestos por el Ministerio de Educación de la Nación, NAP (núcleos de aprendizaje prioritarios). Esto es; en el área de lengua, los chicos escriben lo que hacen, realizan entrevistas, trabajan gramática en los textos, etc; y en el área de matemática, los chicos trabajan contenidos como perímetro, fracciones, proporciones, etc. (siempre en relación con lo que va surgiendo del proyecto).
Los mismos días, por la tarde (de 14hs en adelante), los chicos trabajan con un adulto que les enseña el oficio. Por un lado, el manejo de la máquina bloquera, uso de las herramientas de trabajo; y, por el otro, cómo cultivar competencias en torno al significado del trabajo, la responsabilidad en él, la solidaridad, el orden, la sistematicidad, etc.
Los días jueves por la tarde nos juntamos a discernir el rumbo del proyecto, lo que vamos sintiendo dentro del mismo y la relación nuestra con el barrio.
Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
Los chicos han podido sostener el proceso de escritura, así como de producción de ladrillos desde el comienzo. Los vecinos lograron ver de otro modo y desestigmatizar a estos chicos tildados de ladrones, drogadictos y vagos. Los chicos han obtenido una primer experiencia de trabajo, en un clima de cooperación y respeto, no frustrante y sostenida. Los chicos retomaron los viejos sueños que tenían antes de ser expulsados por el propio sistema educativo.
Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
Proyecto que nace desde los chicos. Acompañamiento sostenido y estable con límites claros y acuerdos construidos entre todos los agentes. Capacitación permanente de la actividad a desarrollar. Recuperar permanentemente los sentimientos de los chicos en todos los encuentros. Comunicar el proyecto y hacer participar a la mayor cantidad de agentes barriales, vecinos, maestros, ong, etc.
Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
Dinero para los materiales. Acompañar situaciones vulnerables e inestables. Formación permanente. Que el proyecto trascienda más allá del proyecto en sí, logrando competencias y actitudes nuevas, más humanas, más justas y más equitativas para estos chicos.
¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
En romper los obstáculos y lograr los desafíos o en nuevos proyectos (aunque esta es una decisión que se construye con miradas comunitarias).