PROMEVI (Programa de Mejoramiento de Vivienda)
Contacto: María Cecilia Mariluz - Fundación Sagrada Familia.
Teléfono: 47430087.
E-mail: comunicacion@sagradafamilia.org.ar.
Se conforman grupos solidarios de al menos tres familias que obtienen un micro-crédito para construir ó mejorar gradualmente su vivienda, recibiendo asesoramiento técnico gratuito y acompañamiento social.
Los créditos se otorgan en tramos sucesivos cada seis meses desde $ 500 a $1000.
Gracias a su implementación ya son casi 1800 las familias que han dignificado su vivienda en los últimos 10 años de práctica del programa.
Es importante señalar que el concepto de “condición habitacional deficitaria”, incluye distintas problemáticas relacionadas con la precariedad de la construcción y el hacinamiento.
Gran parte de estas viviendas, alrededor de un 80%, son recuperables gracias al acceso a un microcrédito que les permita a las familias “mejorar” su vivienda en tramos accesibles elevando su calidad de vida y su inclusión social
La Fundación Sagrada Familia ha tomado como uno de sus objetivos desarrollar la capacidad de autoayuda de sus destinatarios.
Estadísticamente se ha verificado que el crédito, asesoramiento y acompañamiento dado, tienen un efecto multiplicador, incentivando el ahorro y el esfuerzo aplicado a la vivienda, por lo cual las familias efectúan mejoras por tres veces el valor del crédito aplicado.
Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
La vivienda adecuada es un derecho universal. (Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y Preámbulo Constitución Nacional N° 14 bis).
Sin vivienda digna no es posible preservar niveles aceptables en educación, salud, alimentación, seguridad, empleo e integración social. La mejora en la vivienda produce cambios substanciales en la vida de sus moradores. Para los padres: es una herencia para sus hijos, eleva la autoestima por el logro alcanzado, aumenta el sentido de pertenencia al barrio y a la sociedad, favorece la comunicación y la integración familiar. Fortalece además la relación de pareja y por lo tanto las relaciones familiares en general se ven altamente favorecidas.
La posibilidad de incluirse en un proyecto compartido con otras familias refuerza los lazos comunitarios, genera caminos de resolución de problemas alternativos; y como consecuencia colabora en el proceso de construcción de ciudadanía.
Hemos comprobado en éstos años, que a través de la implementación de este tipo de programas se genera empleo con la contratación de mano de obra para las mejoras; tiene también impacto en el mercado de materiales para la construcción; potencia la capacidad de ahorro de las familias y las inician en un proceso grupal y social (integración a mecanismos formales de la sociedad de financiación) con el que por lo general nunca han tenido contacto y al que temen; genera ingresos destinados a una necesidad básica, generalmente desatendida por estas familias (ya que destinan los fondos a alimento, vestimenta u otra necesidad básica) postergando esta necesidad por ser la misma demasiado costosa para su nivel de ingresos.
Aumenta también la autosuficiencia del grupo: este programa incluye la variable grupal de las familias involucradas, apuntándose a que se descubran los beneficios de compartir una responsabilidad en conjunto. Crea vínculos, potencia contactos, simplifica tareas a través de organización y delegación de las mismas.
Desarrolla las capacidades para manejarse en entidades bancarias, u otras como pago fácil. Aprendizaje de los beneficios de ahorro y la proyección a futuro.
Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
El programa es perfectamente replicable. De hecho en la actualidad hay cinco sedes del mismo en zona norte: Boulogne (Partido de San Isidro); San Fernando; Alberti (Partido de Pilar), Las Tunas y Benavidez (Partido de Tigre).
La Fundación prevé la apertura de nuevas sedes del mismo programa en otras zonas donde la aplicación del mismo es de extrema necesidad.
El aspecto más innovador del programa es el fuerte acompañamiento social y técnico que realiza la FSF a través de las tareas de trabajadoras sociales y de más de 30 arquitectos voluntarios que colaboran visitando a las familias, asesorándolos en su proyecto de vivienda, y definiendo prioridades en la construcción: colocación de un baño dentro de la casa; paredes divisorias que eviten el hacinamiento; etc...
Esta acción implica el replanteo de sus propias capacidades y el comienzo de un nuevo estilo de vida y diálogo con la comunidad y la sociedad en general.
El Promevi no es un programa asistencialista, sino que intenta involucrar al propio interesado en la búsqueda de soluciones concretas para su problema, previendo y preparando un programa de obra e inversión, eligiendo los corresponsales necesarios y llevando a la práctica su plan de obra.
Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
El principal obstáculo que se plantea es el costo elevado para el asesoramiento e implementación de campañas de comunicación consistente con los requerimientos propios del programa y la particularidad de aplicación sobre regiones distintas.
Desafíos:
1.- Dar a conocer el programa a un número mayor de familias implementando un plan novedoso, integral y sistemático de difusión en actuales y nuevas zonas de influencia.
Sin una constante presencia llamativa y elocuente del programa en los distintos barrios no se logra el crecimiento deseado.
2.- ampliar la cantidad de sedes del Promevi, con el objetivo de llegar a mayor cantidad de familias.
¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
Actualmente el programa carece de un plan eficiente y estratégico de comunicación.
La inversión se aplicaría a implementar las actividades de difusión del programa, el cual será una herramienta clave para lograr su crecimiento y replicabilidad, de manera de llegar a mayor cantidad de familias nuevas con necesidad de mejorar sustancialmente su calidad de vida e inclusión social a través de una vivienda digna.