Formación laboral para jóvenes con discapacidad. Escuela + Hospital

Se establece un "contrato de pasantías" entre la dirección del hospital y la escuela, en mayo del 2004. Los alumnos designados "pasantes" desarrollarán tareas en las áreas de depósito y farmacia, supervisadas por Inés Romano (entonces supervisora del sector Farmacia, personal permanente de planta del Hospital) ingresan como pasantes 4 jóvenes, quienes desarrollan tareas de: orden y distribución de insumos (en el horario de 8 a 12hs.). Superados ampliamente los objetivos, continúan ingresando y se extienden internamente las áreas donde se los incluye: esterilización, oficina de compras, servicio de cadetería. Hoy se encuentran trabajando 16 jóvenes, desempeñando funciones impostergables de la organización. Hoy son parte de la institución, dando ejemplo de esfuerzo y responsabilidad y demostrando que a las capacidades, a veces, solo le hace falta "la oportunidad". (Hoy hay servicios del Hospital que me piden, por favor, integre algún joven, paradogicamente "discapacitado", a sus áreas). Debo señalar que estos jóvenes trabajadores solo cuentan con el pase libre para viajar en colectivo, pues no reciben ninguna bonificación monetaria por la tarea que desempeñan.

Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
El impacto que se ha logrado a partir de esta experiencia, no sólo ha sido en las personas llamadas "excluidas" sino en las incluidas en el sistema laboral, en la institución real, que en un principio recibieron la experiencia con reparos, temores, preconceptos y hoy reconocen con "emoción, admiración y gratitud" la posibilidad de verla concretada. En los "jóvenes pasantes" los beneficios han superado los planteados, y los podemos resumir en "un cambio de actitud ante la vida". Sus familias también dan cuenta de los beneficios.

Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
Que estos jóvenes "pueden" no es la novedad. Pero en este caso lo que sustenta la experiencia son los innumerables beneficios que reciben, tanto el hospital como los jóvenes. A pesar, repito, de no ser remunerada la tarea que ellos desempeñan. Dos instituciones publicas de la misma comunidad que interaccionan en conjunto, y como resultado obtienen ambas.........nada más ni nada menos que......"crecer".

Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
Esta práctica lleva 3 años de desarrollo, varios intentos se han hecho, sin éxito, para lograr una remuneración a estos jóvenes, lo cual completaría el sentido de lo que socialmente llamamos "trabajo".

¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
El premio sería invertido en un nuevo proyecto, que nace también entre la escuela y el hospital: "elaboración, fraccionamiento, envasado y distribución de alcohol glicerinado, para el lavado de manos, en envases individuales de bolsillo, para el personal de salud". Proyecto presentado a las autoridades de ambas instituciones, aprobado y bien recibido por ellas. A desarrollar en la escuela, a cargo de los alumnos. Estamos en la etapa de generar los recursos para el material necesario (materia prima) ya contamos con el espacio físico (en la escuela), la supervisión de la farmacéutica del hospital y la enfermera en control de infecciones (que soy yo, Inés). En una primera etapa el producto será entregado y utilizado en el hospital, para luego, en una segunda instancia, ser vendido a las instituciones de salud privadas de la zona.