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Descripción detallada de la práctica:
Se trata de crear cadenas de lectores solidarios. Las inician voluntarios que asumen el rol de "modelos lectores", si es posible que tengan alguna notoriedad en su comunidad, mejor. Por ejemplo, deportistas o presentadores de la tv local, escritores, músicos, profesionales de la medicina, la arquitectura o de otros campos con cierto reconocimiento, etc. para que los destinatarios vean que la lectura es algo presente, útil y placentero en la vida de personas que consideran imitables. También se suman algunos docentes voluntarios de cada escuela el Programa comienza. En cada escuela se hace un acto de lanzamiento, con unas primeras lecturas colectivas a cargo de esos modelos lectores y luego cada uno, toma a su cargo un joven cuyos docentes detectan que necesita una ayuda extra para acercarse a los libros, para fortalecer su competencia literaria y su comprensión lectora.
El Lector Amigo acompaña al joven con lecturas durante seis semanas, en encuentros de unos veinte minutos. Por lo menos sostienen juntos seis experiencias de lectura y se pueden agregar tantas como el Lector amigo y el joven deseen acordar. Leen juntos fragmentos cortos de novelas clásicas y contemporáneas, cuentos, poemas. Van eligiendo entre ellos un itinerario de lecturas sobre un menú especialmente preparado por la Fundación y que el Lector Amigo ofrece al joven. También se incorporan lecturas que el joven trae de su casa o artículos de medios gráficos que tomen temáticas de su interés.
Al finalizar ese período el joven puede optar por recibir a su Lector Amigo durante otras seis semanas o por incorporarse él mismo como voluntario al Programa, en calidad de Lector Amigo de alguien más joven o de un niño de su colegio. La experiencia indica que se dan las dos actitudes pero hasta hoy nadie, ni voluntario lector ni beneficiario, quiso retirarse del Programa, es decir, cortar la cadena de lecturas. Y los "modelos lectores" han sido convocados por segunda vez este año para iniciar la cadena en nuevas escuelas y lo han hecho con gusto.
Los Lectores Amigos sostienen, antes de comenzar su voluntariado, dos encuentros de capacitación: en el primero se les entregan los textos y se comparten lecturas, en el segundo se les dan pautas claras y concretas para el desarrollo de la actividad. Cada voluntario recibe su "Cuaderno del Lector Amigo", que contiene información sobre la institución, un breve instructivo para el desempeño del rol, las fichas de registro de la actividad y los cuestionarios que permiten medir el antes y el después de la temporada de lecturas compartidas. Los Lectores Amigos reciben también un certificado por las horas de voluntariado. Y los beneficiarios la certificación de su participación en el Programa, en un acto al terminar cada período de seis semanas. En un año lectivo se pueden hacer hasta dos períodos (uno por cuatrimestre).
Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
Los jóvenes que recibieron lecturas en 2006 hoy se están capacitando ellos mismos como voluntarios lectores para ejercer el rol de lector amigo con adolescentes de cursos inferiores de su misma escuela. Por otra parte, jóvenes de un curso de los que participaron del Programa decidieron convertirse en Lectores Amigos de los niños que asisten a un comedor infantil. Los jóvenes dan cuenta en sus testimonios de que por primera vez leían en el ámbito escolar por el puro placer de leer, sin el peso de la obligación. Algunos de ellos llevaron los libros a su casa, siguieron la lectura en su hogar y compartieron los textos con sus familias. Esa primera camada de Lectores Amigos este año comenzó una nueva cadena con un nuevo grupo de jóvenes de Polimodal. Y se prestaron para dar su testimonio en las presentaciones públicas del Programa, porque consideraron útil la labor que emprendieron y los resultados que obtuvieron, tanto desde el punto de vista de la lectura como desde una perspectiva humana, ya que establecieron lazos afectivos muy distintos de los que usualmente se dan entre docente y alumno. La auotestima de los adolescentes se fortaleció, no sólo porque se sintieron capaces de formar parte de un proyecto y llevarlo a cabo hasta el final, lo que se certificó delante de sus pares. Además comprendieron que la lectura no es algo sólo "para entendidos" sino algo a lo que pueden acceder. Por cierto pocos creían que un adulto se tomaría el tiempo de compartir personalísimamente sus primeros pasos en el mundo de los libros, eso también solidifica su conciencia de ser merecedores de esa dedicación. La mayoría de estos chicos han sido dados por perdidos, por docentes y hasta por su misma familia. Uno de ellos comentó que al contar en su casa la experiencia que emprendería recibió como respuesta un escéptico: "¿ a vos te eligieron para un programa de lectura? ¿a vos?" Los beneficiarios de la prueba piloto de 2006, al ser entrevistados para que decidieran su querían ser Lectores Amigos en 2007 no sólo dijeron que sí, también comentaron cómo habían seguido leyendo durante el verano y recomendando lectura a amigos y conocidos. Los "Cuadernos del Amigo Lector", quedan en la Fundación como testimonio del trabajo realizado y los resultados obtenidos. Ese documento contiene información que puede ser tabulada y convertida en estadística. Lo cual todavía no fue necesario realizar porque la prueba piloto se trabajó con un universo pequeño. Pero la información está lista para ser sistematizada y convertida en indicadores concretos y medibles. Además se consignan allí los textos utilizados en cada encuentro, sus resultados y un relato con información cualitativa acerca de cada caso particular. Quienes se desempeñaron como Lectores amigos también
Aspectos innovadores o replicables de la experiencia:
Aspectos replicables: TODOS - el hecho de que se inicia una cadena solidaria que puede desarrollarse de maneras inesperadas y creativas - la integración social de jóvenes de clase media y media alta con sus pares o con niños en condiciones de vida más dura - el uso de la cultura como herramienta para la integración social sin que eso implique un desmedro de la calidad estética de los productos culturales que se comparten - La medición y registro de resultados, tanto cualitativos como cuantitativos, a través de herramientas como el Cuaderno del Amigo Lector - La incorporación de los jóvenes a una práctica solidaria y cultural - El hecho de que resulta casi gratuito ponerlo en marcha - El uso creativo de los medios de comunicación local para convocar voluntarios y establecimientos donde establecer la práctica - El convocar a tan variada gama de voluntarios y el hecho de reconvertir a los mismos excluidos en voluntarios que sienten que pueden dar algo a pesar de su pobreza
Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica:
El mayor obstáculo que presenta la práctica se da cuando jóvenes de escuelas del centro que fueron beneficiarios del Programa, al finalizar deciden dedicar su tiempo como voluntarios lectores y eligen hacerlo no con niños de su propia escuela sino con chicos de barrios "difíciles". Sucede que las condiciones mínimas para su seguridad no pueden ser garantizadas. No encontramos solución para este punto. Otro desafío es la entrada a las escuelas, ya que los encuentros de lectura se dan en horario de clases (al principio esto funciona como estímulo: asociar la lectura a una especie de recreo placentero y afectivo de 15 o 20 minutos muy personalizados). Todos esos prejuicios caen al iniciarse la práctica y se revierten completamente al finalizar la primera etapa, cuando comienzan a verse los primeros resultados. - el hecho de que sea algo sistemático, medible y que lo que circula no sea material sino algo con mucho más valor, pero intangible, que todos pueden tener y todos pueden dar.
¿En el caso de resultar premiada la práctica postulada, en qué invertirá el premio?
Invertiríamos el premio en libros, en la impresión de materiales operativos (cuadernos del Amigo Lector) para los próximos años, en traslados seguros de los voluntarios hacia comedores y escuelas de la periferia y en soportes de comunicación para que más escuelas, de cualquier lugar del país, se sumaran al proyecto. También se podría invertir en el diseño y desarrollo de un Centro Virtual de Transferencia de la práctica, para facilitar las réplicas a distancia y la comunicación entre escuelas que comiencen a implementarla, donde pudieran recomendarse lecturas, compartir sus resultados, etc.