Delivery Solidario y Compartiendo Aprendizajes

Actores involucrados en la práctica:

Los jóvenes de Formación Laboral y 3° ciclo de IDEA. Los alumnos del Jardín Municipal. N° 11 de Morón. Docentes de ambas instituciones. Equipo interdisciplinario de IDEA. Comunidad Educativa de ambas instituciones.

Explicación de cómo y por qué nace la práctica:

A través de los años en I.D.E.A., se han realizado proyectos de autovalimiento y elaboración de productos alimenticios con un crecimiento adecuado a las instalaciones y posibilidades escolares. Los alumnos han crecido y con ello surge la necesidad del trabajo, la salida laboral, muchos proyectos han surgido pero la realidad nos limita con el espacio, las instalaciones, las habilitaciones y tantas cosas, que nos dejan los proyectos sin terminar.

La oferta laboral es mínima para las personas con discapacidad por eso creemos que lo mejor es el micro emprendimiento laboral. Iniciarlo en la escuela para que pueda ser usado en los hogares después. Durante muchos años los alumnos tuvieron en distintos talleres: normas de trabajo, seguridad e higiene y distintos micro emprendimientos de elaboración de productos cada uno adecuado a las capacidades de cada alumno y cada grupo.

El año pasado (2006) existieron grupos de elaboración, envasado, packaging y publicidad de productos de panadería los cuales abastecían el consumo interno y se vendían a los docentes y padres de la institución. El proyecto culminó: los alumnos se compraron un equipo de audio propio en la primera etapa, hicieron salidas de recreación en la segunda, y en la tercera se llevaron el dinero a casa. Este año, con toda la experiencia adquirida, pensamos en abrirnos a la comunidad con la elaboración de conservas, ensaladas, salsas, mermeladas, panadería y el fraccionamiento de condimentos y productos de limpieza y tocador. Pero esta apertura a la comunidad, también implica un compromiso hacia ella.

La propuesta es compartir las capacidades y saberes de los jóvenes por medio de la acción solidaria. De acuerdo a las características de los jóvenes consideramos oportuno ofrecerles este espacio en donde intervengan los valores: solidaridad, cooperativismo. Además se estimulará el compromiso, responsabilidad y respeto hacia acciones solidarias. A través de esta experiencia de elaborar recetas para los alumnos del jardín y enseñarles cerámica creemos conveniente fomentar los valores anteriormente nombrados y el voluntariado como experiencia enriquecedora de cambios constructivos que fomenten: el trabajo cooperativo, beneficios de las acciones cooperativas para el bienestar de todos; vivenciar actitudes de no-discriminación y compartir capacidades diferentes, valorar el respeto hacia las diferencias y amor al prójimo para llegar así a construir un mundo mejor. La experiencia se desarrolla en el Jardín N° 11 de Morón, se elige esta institución ante el conocimiento de las necesidades que presentaban. El jardín tiene una matricula de 100 niños entre 3 y 5 años, provenientes del barrio Pte. Ibáñez en el que la mayoría de las familias no tienen cubiertas sus necesidades básicas. Para satisfacer la alimentación muchos de ellos asisten a un comedor del barrio.

Ante esta situación el jardín plantea la posibilidad de reforzar la dieta de sus alumnos, pero se encuentra con la dificultad que no cuenta con personal de cocina para la elaboración de los alimentos. Allí es donde nos contactamos brindando los saberes laborales de los jóvenes. Asesorados por la nutricionista Lic. Claudia Greco y la pediatra de la Sala de Salud del barrio se elabora el menú que será preparado por el taller de I.D.E.A. A raíz de los primeros encuentros con la comunidad educativa del jardín, directivos y docentes se enteran que I.D.E.A. posee un taller de cerámica y que los alumnos que participan de la elaboración de las meriendas reforzadas concurren al mismo en el transcurso de su formación para desarrollar sus capacidades artísticas y generar distintos micro emprendimientos. Es así que las docentes del jardín se entusiasman y ponen de manifiesto que el proyecto educativo institucional gira en torno a las culturas originarias que habitaron lo que hoy es nuestro país, y que sería muy enriquecedor para sus alumnos tener un contacto directo con la arcilla, que es el material con que estas culturas realizaban gran cantidad de objetos que utilizaban en su vida cotidiana (vasijas, cuencos, urnas funerarias estatuillas, etc.) a través de las cuales se pueden apreciar muchos de los aspectos de las culturas a las que pertenecieron. Así nace la iniciativa de crear un taller en donde los alumnos del jardín puedan trabajar con la arcilla a través de distintas actividades exploratorias y, de esta manera, descubrir y utilizar las distintas técnicas que los pobladores de estas culturas usaban y que aún se siguen utilizando para realizar objetos cerámicos.

Los alumnos del taller de cerámica de I.D.E.A. ya han desarrollado, durante el transcurso del ano pasado (2006), una experiencia similar dentro de la misma institución dirigida a los alumnos de primer ciclo "B" en donde una vez por semana "los más pequeños " visitaban el taller de cerámica para que "los más grandes" compartieran con ellos lo aprendido durante sus años de formación en el oficio cerámico. Dentro de este taller los niños descubrieron nuevas sensaciones, materiales, texturas, maneras de construir, de recibir consignas y de compartir. En los comienzos de este taller, los alumnos encargados de desarrollar el proyecto, se manifestaban apáticos frente a esta nueva experiencia. Al preguntarles por que no les gusta que vengan los más chiquitos los martes respondieron: "porque son muy chiquitos", "porque no entienden", "porque hacen lo que quieren". Teniendo en cuenta estas respuestas se reflexionó, junto con los alumnos, acerca de las formas de acercarse y comunicarse con "los más pequeños" y que no bastaba con decirles que "trabajen", sino que había que usar un vocabulario mas específico para dar las consignas o mostrar prácticamente la propuesta en la clase, que ellos (como "docentes") tenían que acompañarlos, escucharlos, compartir lo que saben y tener mucha paciencia. A partir de esta reflexión que se generó dentro del taller los alumnos se mostraron con más predisposición hacia los más chicos y más dispuestos a mostrarles lo que ellos ya conocían, llegando así a fin de año donde se mostraron las producciones realizadas en el marco de la "Feria de Talleres" que organiza la institución.

Partiendo de esta reciente experiencia, en donde los más chicos potenciaron sus posibilidades de aprender en un marco de placer y fueron estimulados a la exploración, la experimentación y la creación, se espera que los alumnos del taller de cerámica de I.D.E.A. sobrepasen los limites de su escuela y tengan un acercamiento a los alumnos del jardín para podes desarrollar un taller de cerámica. Los alumnos de I.D.E.A. comenzaran a transmitir "el saber" que fueron forjando durante estos años. Intentarán enseñar a otros, aquello que le enseñaron a ellos. Podrán revivir sus comienzos y tendrán que aceptar y respetar tiempos, modalidades, características de otros niños más pequeños (que no conocen) y con ganas de aprender. Los alumnos del jardín aprenderán también a trabajar con otros "más grandes", a aceptar que no solo los "docentes adultos" transmiten el saber. Ambos grupos se enriquecerán en el trabajo con los otros, en la aceptación de las diferencias, en el respeto, en el transmitir y recibir el saber con amor y paciencia, en el saber esperar y saber valorar lo que el otro hace. El mismo se desarrollará en un marco de solidaridad entre ambas Instituciones, traspasando las barreras geográficas, de genero y etarias para generar un espacio sin fines de lucro.

Problema o necesidad que intenta resolver:

Esta experiencia plantea dar respuesta a los problemas que se presentan en la integración socio-laboral de jóvenes con discapacidad, y los problemas nutricionales de los niños de zonas desfavorables.